Los días recorrieron tu piel dejando sendas imágenes de lo que había pasado, hoy mucho ya no nos separa, yo aun sigo fingiendo viviendo en mundo de cartón. Y aun tu eres la mujer de plástico que viene a jugar conmigo.
Hemos estado solos tantos días, tantos momentos, tanta tristeza y lagrimas que recorrieron el camino imperfecto desde nuestro ojos hasta el ya no tan lejano piso. Nos atrae la tierra poco a poco, fuimos y siempre seremos polvos.
Los achaques de hombres que ahora andamos a bastón, aun recorro la misma calle que siempre me ha llevado a tu casa con la misma alegría que la primera vez que la hemos recorrido juntos, ahora el camino para mi es mas largo y el final ya no es tan alegre.
Miro las calles que recorrimos y veo a los niños jugar en el parque, logro distinguir a tu pequeña nieta ha heredado tu belleza y adopto también tu soledad de los últimos años.
¿Quien es el tiempo para alejarnos de las personas que mas amamos? Y quienes somos nosotros para permitírselos...
Recuerdo tanto esos pequeños arboles, y ahora verlos tan grandes, ver que los jóvenes amantes lo utilizan de sombra, que pequeñas parejas pintarrajean en su tronco amores que no duran y demás estupideces.
Tu casa aun sigue igual, miro por la ventana y las personas que viven ahí dentro ya no son las mismas, se ve tu sillón donde pasaste tus últimos días, y viendo un lugar vacío siento y entiendo lo que dijo el hombre de hojalata: "Yo se que tengo corazón, porque esta roto"
La venganza es lo único que me deja vivir, es la venda de mis ojos que no me permiten llorar mientras añoro nuestros momentos
1 comentarios:
Demasiado duro consigo mismo. El dolor (y un soslayado temor a la muerte), en su máxima expresión. Fuerte el cuentito...
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