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Del como tuve que partir-...
Del como tuve que partir-...
He pasado un "egg" de tiempo tonteando por la vida, he vivido en varios lugares, crecí en un pueblito muy alejado, donde los cóndores me saludaban al amanecer, como éramos pobres por ese tiempo [y aun lo seguimos siendo pero ya lo negamos] mi "viejo" me mandaba a bajo del monte [era mas empinada el Apu] a recoger agua o a ver si las gallinas ya habían puesto, y como tarado siempre iba, y digo tarado por que mucho tiempo después un día que llovió, me dio fiebre, y bueno mi padre no pudo enviarme mas abajo del monte.
Se le notaba que el pobre viejo hace mucho que no tenia sexo, que tal vez no le importo que nuestra separación por algunas mantas y pieles de corderos, y que a pesar de volar en fiebre pero aun seguía muy lucido, encima de mi elefante rosado y las nubes amarillas, como la "nube voladora" que tenía Gokú, mi padre acomodaba a mi madre, y le decía:
"chocha" acomódate- dijo el
no jodas ahora, dentro de un rato si quieres, replico ella
al parecer a el no le importo lo que le decía mi madre, y empezó su rápida tarea de "vaciarse" hasta que escuche a mi madre decir ya bueno viejo empecemos, y con las sombras se veía que el había acabado hace mucho tiempo, y le dijo yo ya termine, a lo que ella replico ah que raro no lo sentí.
El la miro con una cara de "que me habrá querido decir" y bueno se fue a partir trabajaba muchas horas en la granja, y mi madre ociosa se quedaba por ahí tonteando, y hablando con una que otra vecina sobre lo intrascendente de sus vidas y lo aburrido de sus monotonías.
A decir verdad nunca la culpé por eso, aunque si yo hubiera sido mi padre la hubiera mandado a que pique en el monte, busque oro por el río, y así quizás no habría ocurrido lo que paso.
Las cotorras del barrio, en las que se incluía mi madre, hablaban y renegaban siempre de sus maridos, y como las otras eran cizañeras, hacían lío por las puras, una vez fue tan grande el alboroto que causaron, y el negársele tantos a sus maridos, que en el pueblo todo se volvió un caos, y ahí nos dimos cuanto era su verdadero poder así que el alcalde de turno [uno de los tantos afectados] prohibió las reuniones de ellas en las esquinas en fin de erradicar los problemas, y les daba un puesto de trabajo aunque evitaron que la cosa pase a mayores, todo se torno tranquilo, de vez en cuando aburrido y estresante.
Por ese tiempo en el colegio de nuestro pueblo, un profesor había sido ajusticiado por un marido de una esposa, aunque a decir verdad también pudo haberlo matado por haberse aprovechado de su hija.
Yo era amigo de Carmelita, y veía como le prestaba un mayor énfasis en ella, aparte ya le estaban creciendo las tetitas, y estaban muy redonditas a decir verdad.
Me acuerdo que una vez que nos fuimos juntos, era muy largo el camino y a veces un tanto desolado, se percato de que la andaba mirando, es que a su camisa le faltaba un botón y a cada brisita del viento se levanta y deja entrever sus lindos senos y yo ya no podía sacar la mirada de ahí.
Y ella con una sonrisa en la cara, me miro y levanto con su mano mi cara hasta que al fin pudiéramos estar cara a cara y me dijo que si las quería ver, y yo ni corto ni perezoso le dije que No, es que era mucha vergüenza que me sindicara desde ya tan pequeño como un pervertido.
Y ella cambio un poco el rostro, como una decepción, y acote creo que en el punto justo pero no me hago lío si me las quieres enseñar, y regreso una especie de sonrisa entre tanto diabólica y juguetona a su rostro.
Y acotó pero te las voy a enseñar para que me dejes de mirar, seguí sonriendo, y yo le dije riendo que estaba bien.
Lentamente se desabrochaba, uno tras otro, se vislumbraba más ese lindo sostén blanco, ¿por que siempre será blanco el primer sostén no? , con un lazo rosado, y se lo iba levantando poco a poco sobre la falda, que también dejaba ver su linda "panzita", con un ombliguito muy redondito, casi medido.
Mientras ella seguía en sostén, doblaba su camisa y lo ponía sobre nuestras maletas, y me dijo que la ayudara a sacarle el sostén, por que mucha habilidad para desabrochárselo no había obtenido y aun le costaba mucho trabajo, y yo le dije que hago, y me dijo sujétalo de los bordes y debía juntarlos para que los ganchitos se suelten, y lo hice pero en ese rato mientras estaba atrás veía su espalda, e intente besarla, como alguna vez vi en las películas de un cine viejo que dejo de funcionar, pero siempre fui muy estupido para esas cosas e hice como hice ese hombre con bigote en la película y le bese por el cuello, mientras su sostén se caía poco a poco, sacaba las ligas por sus hombros y cayo, le podía ver esas pequeñas pero dulces tetitas bien paraditas, yo sentía como en mi pantalón algo iba creciendo y se iba poniendo mas duro, le trate de dar un beso apasionado como el tipo de la película.
Pero yo nunca antes había besado a alguien en la boca y al parecer la mordí, se alejo, y me miro y me dijo que loco eres, y ahí yo me quede sonso un buen rato, hasta que me dijo si se las quería tocar, y con sus manos me las llevaba a sus pechos muy lento, y cuando llegaron no entendía que se hacia y me puse a moverlos como quien sintoniza una de esas radios antiguas, y me dijo eres un bruto.
Entonces le mire y le digo que hago, y ella con una mirada que me recorría el cuerpo, y dijo mejor límpiate los pantalones, no me había percatado pero estaban húmedos, pero no era orines era algo mas pegajoso.
Y yo con un trapo me aliste y ella se empezó a vestir y tuvimos que seguir nuestro camino, sin antes yo quedarme pensando como pude haber fregado mi primer peso, y me primer acercamiento a una chica.
Cuando nos íbamos me dijo que el profesor siempre le hacia con mas cariño, o lo hacia de otra forma, aunque a ella a decir verdad no le gustaba como esas manos callosas la toquetearan, pero lo tenia que hacer para aprobar por que dijo que no tenia muy buenas notas o al menos eso le dijo el, y a su papa siempre le gusto que sus hijos fueran muy inteligentes, y ella no se quería quedar atrás, y que a veces el profesor metía su mano debajo de su falda para según el hacerle masajes, y que a veces le gustaba y se quedaba húmeda, por eso siempre a veces llevaba dos mudas de calzones.
Pero que nunca había pasado algo mas entre ellos, por que me contó que una vez que regreso temprano de arar el campo, vio a el profesor con su mano haciendo las mimas cosas, y pensó que era normal, y ya no se quiso quedar un rato a su casa entonces salio sin hacer mucho ruido, y escuchaba unos gritos muy raros, como unos ¡Ahh! Y unos “Umm” que ella antes había escuchado y que había sido con su padre.
Y que una vez se lo había comentado a su papa y el le dijo, que no se preocupara, y una semana mas tarde el profesor apareció muerto.
Por eso era que habían enviado un nuevo profesor, era uno negro, como los esclavos que veíamos en las películas, los reconocimos por la bemba. Es que nuestras películas aun seguían siendo en blanco y negro.
Y mi madre le habían dado un puesto al frente del colegio, y ella se sentía feliz, aunque era cierto que también quedaban muy cerca de las duchas, y una de esas pocas veces que hubo campeonato en mi colegio todos estaban sucios y algunos nos dirigíamos al baño aunque el profesor fue mucho rato mas, yo ya me había despedido de mi mama pero regrese de nuevo y los encontré a mi mama y al profesor, bañándose juntos y como algo grande que salía del profesor atravesaba a mi mama y al parecer le gustaba por que si mal no recuerdo gritaba como loca y siempre pedía mas.
Yo no lo comente como lo hizo Carmelita, por que me gustaban sus clases del profesor, y así fue como siguieron ellos un buen tiempo, hasta que mi mama quedo preñada y nació una bebe.
Y el profesor fue a mi casa reclamo su lugar ahí, nunca lo entendí
Mi madre ya no tenia tiempo para mi, y mi padre se fue un día y sin decir donde. Así que yo también trate de hacer lo mismo
Todo en mi casa se torno muy sórdido, al parecer la nueva hijita era el centro de atención.
Así que tuve que partir hacia donde una tía lejana que vivía en un lugar muy grande y donde yo me podría quedar
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